Hubo una vez en la que todo era nada
y la nada se convertía en universo
cuando colisionaba en el laberinto obscuro del abismo
energía contenida en el rayo que quemaba el sauce
solitario en lo profundo de la inmensidad de sus ojos
y de la nada que se iluminaba
cuando el ego de los más minúsculos
sometía a la inocencia de los reyes
una lluvia de estrellas se convertía en el llanto
demoníaco en una habitación vacía
llena de partículas en movimiento y nada más
a veces pienso que el todo en realidad
es un simple concepto para mantener a las mentes alejadas
el olvido y oscuridad que se hacen uno
cuando el viento limpia los páramos
de la cara del sol más honesta
Un grito sordo en el campo de concentración de los desahuciados
Llamando por el padre abandónico que no es más que la libertad
Y el anhelo que me mires como la mirabas a ella
Se convierte en un cajón lleno de noches de insomnio bajo un cielo estrellado
Sin más que un respiro de caricias
León rojo
Águila azul
unidos
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