miércoles, 28 de enero de 2015

la chica del supermercado

me enamoré
de la chica del supermercado
me saluda todas las mañanas
perdona mi torpeza
e impone respeto
con su metro y medio de cadera
me protege de las viejas que me insultan
pone en bolsas mi comida y mis sentimientos
y la observo
observarme
y la observo
sacarme de mi escondite detrás de mis anteojos
pasa la mayonesa y el pan
con la vista clavada en la mía
es una artesana
y vuelvo
todas las mañanas
para verla trabajar
es sólo una cajera
pero no puedo evitar
que me inspire y la escribo
se nota
que se ama
y yo la amo
a Florencia
la chica del supermercado

musas

1. 
me envenena con su olor enlatado
y me cocina de todo 
con salsa de hongos
la eterna perdida entre las letras del rey

2.
la muñeca de los juegos
la mentirosa
la que puedo comprar 
al precio de un lemon pie

3.
la prohibida
encerrada en su guitarra 
no la puedo conseguir
pero al menos le puedo convidar polenta

4.
recorreré el mundo y más si es necesario
para que hunda devuelta su cara en mi cuello
la lejana y extraña viajera intergaláctica
la que dejo que me de vuelta

5.
una pluma con bordes puntiagudos
la que no conozco y no me conoce
pero soy eternamente suya
cuando le gusta una foto mía

6. musas.
reinas de belleza 
me cautivan 
con sus cantos, sus suaves pieles
me elevan por los aires en una nube de sueños
les entro 
(y las dejo destruirme)

conguenses bailando conga en el Congo

las seis de la mañana
inspiran iniciativas
para que los conguenses bailen conga en el Congo
y si bien no gesté el gentilicio correcto
tampoco es correcto
que consolidemos esta conversación ahora
conversación que se contornea
como yo contorneando tu cuerpo
con la aliteración condescendiente
compuesta de congoleños congueando con( )guitarras en el Congo
para que no paremos de hablar
porque por pasiva que parezca
es tu cumpleaños
y corrompo tu control
comentando que conversamos
conmigo en
corpiño