martes, 7 de noviembre de 2017

mi abuela se murió un viernes

No sé cuáles fueron sus últimas palabras, pero mi vieja me contó a modo de anécdota que antes de que muera, llamó a emergencias. Ya agonizando, totalmente perdida, la chica le puso una inyección después de limpiarle el brazo con un algodón mojado con alcohol. Mi abuela no sabía que día era pero cuando la chica puso el algodón sobre el mueble de madera, se quejó y le dijo que sacara el algodón de ahí que iba a marcar el mueble.

Me gusta pensar que esas fueron sus últimas palabras y que se fue quejando. Me hace sentir menos mal por no sentirme mal. No me dejaba estirar el sachet de leche porque decía que tenía tierra en las esquinas, y que los gays no podían adoptar.


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